
México vive un momento de emergencia nacional que en Mérida no se siente por ser una ciudad extremadamente tranquila: Sergio Aguayo Quezada
Sergio Aguayo Quezada fue claro y contundente: “México vive un momento de emergencia nacional que en Mérida no se siente por ser una ciudad extremadamente tranquila”.
Pero aún dijo más: “Somos un país sin reglas, sin Estado de derecho; Estamos confundidos, desorientados, asustados, somos un país desorganizado”.
Aseguró que “estamos ante una nueva etapa de conflictividad social dentro de la transición”.
Explicó, que si en los 80 y en los 90 la sociedad mexicana se movilizó en defensa del voto, en el presente “nos estamos movilizando por dos motivos: La violencia y el urbanismo salvaje”.
Dijo que tenemos también “la crisis de representatividad, la degradación de los partidos, la ineficacia, la corrupción, es decir, todo lo que nos bebemos quienes día a día quienes leemos periódicos o nos acercamos a la realidad”.
Los comentarios del investigador del Colegio de México y escritor fueron realizados durante el 6 Congreso Nacional de Organismos Públicos Autónomos, en el que se abordaron temas cruciales para entender la gravísima situación coyuntural por la que atraviesa el país, a pesar de los intentos fallidos de dos personas sin séquito alguno por sembrar la consigna del llamado “4 de julio, no se olvida”, durante la inauguración del evento en la mañana ante la presencia de la gobernadora y la alcaldesa. El incidente, pasó prácticamente desapercibido.
Sergio Aguayo hizo referencia a la falta de un diagnóstico adecuado del país en los organismos autónomos y como ejemplo puso al IFE, que no recoce la existencia de la compra y coacción del voto en el país así como el México de la violencia criminal en el que los cárteles deciden por quién se vota, según dijo.
Asimismo, mencionó al urbanismo salvaje y al surgimiento de una ciudadanía que se opone a la construcción de túneles, vías rápidas o pasos deprimidos.
“Independientemente de los partidos está surgiendo una conflictividad, por ejemplo, con el viaducto Zaragoza en Puebla, supervía poniente en el Distrito Federal, el Programa de Reordenamiento Territorial en Cuernavaca, el Paso Deprimido de aquí de Mérida Yucatán. Se parecen las protestas, o estos casos. Primero, es que las protestas surgen porque se está excluyendo la participación ciudadana lograda. El choque entre el mundo de las instituciones y de la búsqueda de participación ciudadana. La agresión al medio ambiente. En ninguno de estos conflictos aparece el Verde Ecologista. Así como la CNDH no estuvo en los diálogos del Castillo de Chapultepec entre el Movimiento por la Paz de Sicilia y el Congreso de la Unión, el Verde no está. ¿Entonces, para qué nos sirven estas instituciones? Pregunto como ciudadano que les pago para existir. ¿Para qué nos sirven si no están haciendo su tarea que representar la defensa del medio ambiente y de los derechos humanos? Deberían estar ahí, en las picotas, deteniendo a los trascabos”.
Aguayo Quezada proyectó una síntesis de un vídeo en el que aparecía el entonces secretario de Gobernación, Díaz Ordaz y el entonces presidente Portes Gil, como testigos de la boda, nada menos y nada más, que de Winston Scott, quien fungiera como el Jefe de la Estación de la CIA (la central de inteligencia de los Estados Unidos por sus siglas en inglés) en México entre los años de 1956 y 1965, según explicó el investigador, quien manifestó así el doble lenguaje y la supeditación lacayuna de los Gobiernos priístas del Partido de Estado a la potencia, a pesar de su verborrea revolucionaria y tercer mundista.
El vídeo es una muestra de ese país cerrado, controlado, arbitrario, incongruente, un México que ya desapareció, dijo.
La relación con el presente es el ingreso de agentes de la CIA, de la NSA, de inteligencia militar de Estados Unidos, en un acuerdo secreto entre Calderón y Obama, señaló.
Sergio Aguayo Quezada fue claro y contundente: “México vive un momento de emergencia nacional que en Mérida no se siente por ser una ciudad extremadamente tranquila”.
Pero aún dijo más: “Somos un país sin reglas, sin Estado de derecho; Estamos confundidos, desorientados, asustados, somos un país desorganizado”.
Aseguró que “estamos ante una nueva etapa de conflictividad social dentro de la transición”.
Explicó, que si en los 80 y en los 90 la sociedad mexicana se movilizó en defensa del voto, en el presente “nos estamos movilizando por dos motivos: La violencia y el urbanismo salvaje”.
Dijo que tenemos también “la crisis de representatividad, la degradación de los partidos, la ineficacia, la corrupción, es decir, todo lo que nos bebemos quienes día a día quienes leemos periódicos o nos acercamos a la realidad”.
Los comentarios del investigador del Colegio de México y escritor fueron realizados durante el 6 Congreso Nacional de Organismos Públicos Autónomos, en el que se abordaron temas cruciales para entender la gravísima situación coyuntural por la que atraviesa el país, a pesar de los intentos fallidos de dos personas sin séquito alguno por sembrar la consigna del llamado “4 de julio, no se olvida”, durante la inauguración del evento en la mañana ante la presencia de la gobernadora y la alcaldesa. El incidente, pasó prácticamente desapercibido.
Sergio Aguayo hizo referencia a la falta de un diagnóstico adecuado del país en los organismos autónomos y como ejemplo puso al IFE, que no recoce la existencia de la compra y coacción del voto en el país así como el México de la violencia criminal en el que los cárteles deciden por quién se vota, según dijo.
Asimismo, mencionó al urbanismo salvaje y al surgimiento de una ciudadanía que se opone a la construcción de túneles, vías rápidas o pasos deprimidos.
“Independientemente de los partidos está surgiendo una conflictividad, por ejemplo, con el viaducto Zaragoza en Puebla, supervía poniente en el Distrito Federal, el Programa de Reordenamiento Territorial en Cuernavaca, el Paso Deprimido de aquí de Mérida Yucatán. Se parecen las protestas, o estos casos. Primero, es que las protestas surgen porque se está excluyendo la participación ciudadana lograda. El choque entre el mundo de las instituciones y de la búsqueda de participación ciudadana. La agresión al medio ambiente. En ninguno de estos conflictos aparece el Verde Ecologista. Así como la CNDH no estuvo en los diálogos del Castillo de Chapultepec entre el Movimiento por la Paz de Sicilia y el Congreso de la Unión, el Verde no está. ¿Entonces, para qué nos sirven estas instituciones? Pregunto como ciudadano que les pago para existir. ¿Para qué nos sirven si no están haciendo su tarea que representar la defensa del medio ambiente y de los derechos humanos? Deberían estar ahí, en las picotas, deteniendo a los trascabos”.
Aguayo Quezada proyectó una síntesis de un vídeo en el que aparecía el entonces secretario de Gobernación, Díaz Ordaz y el entonces presidente Portes Gil, como testigos de la boda, nada menos y nada más, que de Winston Scott, quien fungiera como el Jefe de la Estación de la CIA (la central de inteligencia de los Estados Unidos por sus siglas en inglés) en México entre los años de 1956 y 1965, según explicó el investigador, quien manifestó así el doble lenguaje y la supeditación lacayuna de los Gobiernos priístas del Partido de Estado a la potencia, a pesar de su verborrea revolucionaria y tercer mundista.
El vídeo es una muestra de ese país cerrado, controlado, arbitrario, incongruente, un México que ya desapareció, dijo.
La relación con el presente es el ingreso de agentes de la CIA, de la NSA, de inteligencia militar de Estados Unidos, en un acuerdo secreto entre Calderón y Obama, señaló.
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